Como se acerca San Isidro, hemos pensado que qué mejor forma de celebrarlo que con unas deliciosas rosquillas. Estas no son rosquillas comunes, son las rosquillas del Santo, y tienen una pinta deliciosa, ¿no es así? ¡Pues seguid los pasos y ya veréis que os salen riquísimas!
Ingredientes:
- 250 gr. harina de repostería (O harina normal con un poco de levadura)
- 130 gr. azúcar blanco
- 3 huevos M
- ½ cdita. de anís (4 grs. aprox.)
- 60 ml. aceite suave de girasol
- 2 yemas de huevo para pintar las rosquillas
Para el glaseado:
- 400 gs. de azúcar glass (Azúcar triturado y que ha quedado muy finito, si no tenéis)
- 2 claras de huevo
- Zumo de medio limón
- Si es necesario, un poquito de agua para ligar bien el glaseado
- Si queremos decorarlas (opcional) los topings que más os gusten
Elaboración:
- Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar en un bol hasta que la mezcla haga espuma. Incorporamos el aceite y el anís y mezclamos bien.
- Añadimos la harina y comenzamos a trabajarlas hasta formar una masa uniforme.
- Cogemos un bol y le añadimos harina por todas partes para que la masa no se pegue, y dejamos reposar la masa en un bol enharinado y tapado durante una hora.
- Sobre una superficie de trabajo vamos dividiendo la masa en pequeñas porciones y formando las rosquillas con las manos. Si es necesario podemos engrasar ligeramente la superficie de trabajo y las manos para facilitar el proceso. Les damos forma y las vamos colocando en una fuente apta para horno. ¡Recordad poner papel para horno para que no se peguen!
- Pediremos a un adulto que precaliente el horno a 220º C.
- Pintamos las rosquillas con huevo y pediremos al adulto que las meta en el horno durante 17 minutos. Hasta que veamos que han quedado doradas.
- Antes de terminar es preferible sacar una rosquilla y partirla por la mitad para comprobar que está bien horneada.
- Preparamos el baño o glaseado, ponemos el azúcar glass en un recipiente que te resulte cómodo para después bañar las rosquillas.
- Batimos en un bol las claras de huevo hasta conseguir que suban un poco, el azúcar glass y el zumo de limón.
- Si la mezcla se queda muy espesa, añadimos un unas cucharadas de agua. La vertemos poco a poco hasta conseguir una textura parecida a una bechamel. Si queremos pronunciar más más el limón, podemos añadir aroma.
- Vamos pasando rosquilla a rosquilla metiéndolas hasta la mitad en el merengue y deja que sequen al aire.
- También podemos elegir el toping que más os guste. Espolvorear por encima cuando el glaseado esté denso y líquido, antes de secar.
¡Y VOILÁ! ¡Rosquillas para pasar un San Isidro delicioso!

