Muchos Chefs han inspirado sus platillos en piezas musicales de sus bandas favoritas. En ellos incluyen ingredientes que permiten saborear las notas ácidas, dulces o picantes que entran a los oídos, mientras se disfruta de aquellas composiciones icónicas en la vida de cada persona. Es posible encontrar lenguaje gastronómico en las canciones. A éstas se les conoce como gastrotemas. Algunos artistas se enfocaron en crear pistas pegajosas que, aunque comúnmente están destinadas a los pequeños de la casa, se quedan grabadas en la memoria a cualquier edad.
Al igual que el oído siente mayor afinidad por ciertas notas musicales, lo mismo le ocurre al paladar con los sabores. Esto va a depender de la cultura así como los gustos personales de cada individuo. Sin duda la siguiente metáfora es cierta: “hay música que se puede saborear y platillos que se pueden escuchar”.
Yo os dejo la receta de hoy: Bizcocho de yogur y chocolate.
Y este vídeo con música para cocinar:
